domingo, 18 de septiembre de 2011

Afuera llovía...

Afuera llovia, y adentro muy dentro estabas tu.
Dentro de mi ser, sin poder salir, sin dejarte salir.
Esa tarde de lluvia y soledad te pensaba, te esperaba... y así como el clima de esa tarde, en un súbito instante una lagrima rodo por mi mejilla.
Afuera llovia, y adentro muy dentro, yo también.
Me dirijí hacia la cocina, quería café aunque esa tarde el único café que quería tomar es el que habita en tus ojos. "El amor es como el café, el café de sus pupilas", pensaba.
Prendí la estufa y espere frente a la ventana, minutos después con el agudo chillido de la tetera te vi pasar. Era como si el sonido me avisara de que algo grande estaba por suceder.
Corri a la puerta y mi corazon se detubo, estabas tu, cubriéndote inutilmente con una hoja de un periódico amarillista, hundido en hombros y con todos y cada uno de tus cabellos escurriendo por tu imperfecto y bello rostro.
Me miraste y sonreíste, yo, sin saber que hacer instintivamente con mi risa cubrí mis lagrimas.
Estaba feliz, y tu ahí frente a mi.
Te ofrecí una toalla y café. Horas después el olor del café abrazaba nuestra platica. Charlábamos, reiamos, ansiábamos y al mismo tiempo las ultimas gotas suicidas escurrian por la ventada para dar paso a un tibio y solitario rayo de sol.
Te pusiste de pie. Agradeciste el refujio y regresaste la toalla. Un silencio sepultral ahogo la habitación.
Afuera las gotas de lluvia caian, adentro muy dentro dos almas solitarias y temerosas se miraban.
Mientas mis labios decían "adiós" mi mirada gritaba "quédate". Te inclinaste y me besaste en la mejilla, la misma por la que rodó esa lagrima dedicada a tí y a ese miedo terrible a decirte lo que me haces sentir.
Tome tus manos, tus grandes y toscas manos, las acerque a mi rostro y de mis labios inconcientemente brotaron las dos palabras que me habia prometido tontamente no volver a decir: "Te amo".
Podía sentir como mi frágil y frío cuerpo temblaba. Un segundo después tus manos abrazaban mi cintura, me acercaban a tu robusto cuerpo al tiempo que tus calidos labios rosaban los mios.
Y así fue como en ese instante sólo existíamos tu, yo... y el mundo.
Afuera llovía, y adentro muy dentro era primavera.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Feliz mes patrio México lindo y qué herido :'(



Te quiero México... mucho.
Me dueles México...mucho.

Nada más triste que un país hermoso se eche a perder por culpa de unas cuantas personas que les tocó nacer aquí, de unos cuantos que creen que "si no tranzan no avanzan", de unos cuantos que olvidaron lo que es "el amor al prójimo", de unos cuantos que olvidaron el valor de la vida, de unos cuantos que olvidaron lo que es el respeto por la vida.
Pero mi México es más que eso.
Y como dijo Cortazar: "Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo."
Un beso esta tarde para ti mi México.